Y comenzamos a plantar en nuestro huerto.
Hemos elegido habas (de las semillas que teníamos del año pasado) y resulta que ha sido muy divertido porque como es muy intuitivo pues no nos ha resultado dificil.
Primero hay que preparar la tierra realizando unos surcos de aproximadamente 20-30 cm de ancho y unos 10 cm de alto; así nuestras plantas de habas tendrán un buen agarre a la tierra.
A continuación, se realizan unos agujeros, alternativamente a uno y otro lado del surco; intercalándose y dejando una distancia aproximada de 30 cm de uno a otro. Esto es importante para que se desarrollen correctamente y las raices de unos no entorpezcan a los otros.
Y ahora empieza la parte más divertida: ¡vamos a plantar! En cada agujero se introducen 2 o 3 semillas de habas secas se aplastan un poco y, a continuación, se les echa un puñado de arena hasta tapar el agujero, entonces se aprieta y se deja planita la tierra como si no hubieramos hecho nada.
Cuando se ha terminado se riega, pero como en nuestro caso iba a llover preferimos no tocarlo para que no se pudran las semillas.
Y ahora toca esperar y ver que sale.
Nos lo pasamos muy bien y todos colaboraron como podéis ver a continuación.
Fotos de cómo plantamos habas
Hemos elegido habas (de las semillas que teníamos del año pasado) y resulta que ha sido muy divertido porque como es muy intuitivo pues no nos ha resultado dificil.
Primero hay que preparar la tierra realizando unos surcos de aproximadamente 20-30 cm de ancho y unos 10 cm de alto; así nuestras plantas de habas tendrán un buen agarre a la tierra.
A continuación, se realizan unos agujeros, alternativamente a uno y otro lado del surco; intercalándose y dejando una distancia aproximada de 30 cm de uno a otro. Esto es importante para que se desarrollen correctamente y las raices de unos no entorpezcan a los otros.
Y ahora empieza la parte más divertida: ¡vamos a plantar! En cada agujero se introducen 2 o 3 semillas de habas secas se aplastan un poco y, a continuación, se les echa un puñado de arena hasta tapar el agujero, entonces se aprieta y se deja planita la tierra como si no hubieramos hecho nada.
Cuando se ha terminado se riega, pero como en nuestro caso iba a llover preferimos no tocarlo para que no se pudran las semillas.
Y ahora toca esperar y ver que sale.
Nos lo pasamos muy bien y todos colaboraron como podéis ver a continuación.
Fotos de cómo plantamos habas
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